Soy de los que piensa que el primer post del año debe ser una
declaración de intenciones de lo que nos viene, o al menos, pretendemos que nos
venga. Repasando la extensa lista de propósitos que desgrané allá por enero de 2012, veo que lo esencial se cumplió, como por ejemplo, el viaje a Chicago con la #RyderBelindo, y algunas cosas más, también.
Sin
embargo, mucho (la mayoría) de lo que me vino a suceder el año pasado, ni se vislumbra
en ese farragoso post, ante lo cual… este año, ni intentarlo: las ideas,
intenciones, naturaleza, gentes, personas y personajes, contactos, propuestas, en
definitiva, proyectos, bullen y pululan en estado permanente, así que ya
veremos en cuáles nos acabamos embarcando en 2013. Os garantizo que puede haber unas
cuantas cosas ‘cañón’, siempre con el golf, la comunicación y la aventura, los buses y las odiseas por
delante, claro está.
Eso si, cada día tengo la más firme creencia de que el futuro depende poco de nosotros, y
mucho de la capacidad para escuchar, interpretar, conectar y participar en
aquello que va pasando (o fluyendo) a nuestro alrededor. Y no os riáis con estas cosas, porque ya habrá tiempo de conocer durante este 2013 la parte más trascendental y mística del Belindo (alguno ya me lo ha oído, el #phsycobelindo, tal vez) porque entonces, el descojone va a ser monumental... al tiempo.
Así que ha decidido dejarme de
milongas, buenas intenciones (esas siempre están), listados de temas que serían kilométricos y
anhelos que tendrán que resolver otros por su propio bien (toc, toc! si, el golf también está en crisis!), para sintetizar con este tema de ACDC, (un temazo, por cierto) el año que espera el Belindo… Como dice Bon Scott, por supuesto, ni con la milésima parte de su
encanto ni carisma con el micro, la vida y las nenas, you get my phone and my number, and i got no future
planes…y si de golf y divertirse se trata, lo que quieras.
Buen inicio de año, gentes del golf... entramos en el 2013 cargados de energía ;o)