jueves, 13 de noviembre de 2014

Una de piratas

Andaba uno un poco desganado y despistado con esto de las entradas del blog, en una especie de astenia otoñal o preludio de la hibernación golfística con la que se anuncia el invierno, que llevo prácticamente un mes si escribir de golf. Ni del mío, ni del de nadie. Ná de ná.

También mentiría si dijese que no he escrito un par de cosillas, pero de esas blandengues y mal tiradas que acabas por descartar. Si, para darle a esto de la tecla, también hay que estar animado y que las cosas medio funcionen, algo que últimamente nos está costando un poquillo a muchos, y cada vez más, en este país. Hay que reinventarse, claro está.

Quizá la historia que os traigo aquí, y que he titulado 'Una de Piratas', también sea fiel reflejo, más allá de las personas y nombres concretos que la protagonizamos, de cómo están a día de hoy los business, al menos, en los tres ámbitos en los que yo me muevo, o llevo intentándolo, durante la última década, los cinco últimos años más intensamente: el golf, la comunicación y el diseño y/o la ilustración. Ya ves, como en botica, hay un poco de todo con tal de conseguir el pan cada mes.

Pero vayamos a los hechos, que al fin y al cabo, lo anterior no es más que literatura barata. Y los hechos que aquí traigo a colación tienen que ver con el encargo de un paintinbelindo que me hizo Jaume Timoner (@Taimonwoods en twitter) a finales de agosto, siendo por aquel entonces, y creo que hoy todavía, community manager en Pula Golf, Mallorca.


Dentro de esas bocanadas de aire fresco y buen rollo que este hombre se traía de unos meses a esta parte en las redes sociales con todo chichifú del mundo del golf, con el Belindus, como me bautizó, también, claro está, Jaume me pidió que le hiciera un paintinbelindo de su Pula Golf, con cierta prisa, además, que a ver si no tenía un boceto para 'enseñar algo' y que aquello iba a ser fantástico, como estaban siendo por aquel entonces las cosas en público y en privado.

Al mismo tiempo, ya que no nos conocemos personalmente, me contó en cuatro pinceladas su trayectoria profesional y pretensiones como comunicador y CM desde Alter Ego Mallorca, su agencia. Encontramos muchas, muchas, coincidencias, y me pareció todo genial: acordamos un precio, con regateo y rebaja, unas condiciones buenas (sin los formalismos ni anticipos habituales), y me puse, rápido y con cariño, a ello.

A partir de ahí, y tras entregarle boceto, pruebas y obra final a los pocos días, y continuando, como no, con el permanente éxtasis en la red, fue transcurriendo septiembre, y como una ola que iba el tema: que si tengo dos más para encargarte, que si faltan las aspas del molino, que si ponle #thegolfingexperience, que si me voy de vacaciones unos días... lo típico, lógico y normal en estos tiempos donde todo, o casi todo, va con retrasos.

Lo que no sé si es tan normal, quizá si, en estos tiempos también, es pegarse tres semanas, al final, todo el mes de octubre, con ordenes de ingreso dadas, transferencias hechas, justificantes que no llegan... y yo aquí y ahora, escribiendo este post, hasta las narices, sitiéndome engañado y ya harto de escuchar excusas, cómo no, con desplantes finales incluidos cuando aprietas porque empiezas a pensar que te están vacilando.

Hasta hace escasas semanas todavía estuvo haciéndome comentarios jocosos en mi muro de FB. Lleva un par de ellas mudo. Quizá es por esto. Quién sabe. Y lo último que sé de él fue como la Flores: se despidió de mi con el mensaje que decía 'está tarde te mandarán el justificante -de pago-, no quiero saber nada más. Gracias y suerte'. No está mal para un tipo que un día me dijo que 'quería ser como el Belindus en la red'. Esto es de locos.

Está todo escrito, en público y en privado, pero me parece poco pudoroso, impropio y endemoniadamente feo e innecesario tener que llegar a publicar esas cosas.

A lo largo de los últimos años he regalado, donado, apostado, compartido, malvendido, ido, venido, vuelto,... por y para mi trabajo, mis proyectos, mis ilusiones, de unas maneras que unas veces he contado, y otras no (la gran mayoría de ellas, por cierto) en todo tipo de formatos y circunstancias. Intento compartir alegría y no miserias, que de eso ya hay demasiado.

Como a todo el mundo en estos tiempos me he tenido que comer de todo como empresario, trabajador, autónomo o freelance que he sido, e intento ser.

Hasta ahí, no hay nada nuevo, y en ese camino seguiremos al igual que muchos otros y otras, seguro que el propio Jaume también, quizá, en una permanente carrera de obstáculos por algo tan sencillo, y tan complejo, como ganarse la vida con lo que crees que sabes hacer.


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Lo que NUNCA, NUNCA, NUNCA, me había pasado, y mientras tenga fuerzas y lucidez mental, tampoco pasará, es que alguien me pida expresamente un paintinbelindo, pactemos unas condiciones, se haga y se entregue, y no sólo se me quede esta cara de mono, si no que me haya pegado un mes amargado con una mosca más que cojonera dando vueltas y sacándome de quicio a diario. Y que esto quede de rositas?

Pues es que cada vez que me vienes a la cabeza, Jaume (y ahora, con toda la notoriedad del Invitational Nadal &Olazábal, que estáis promocionando tan bien, por cierto) esto es una tortura... me vuelve la mala leche, me miro al espejo y veo un chimpancé. La verdad que, un mes y pico después, lo llevo mejor, y aquí ya no hay mosqueo que valga, alguien no dimensiona las cosas. Y creo que no soy yo.

Me ha pasado en la vida, en la empresa, con la comunicación, en muchas cosas del golf, otros trabajos... Muchas veces, y el primero, he hecho muchas cosas mal, y me las he comido dobladas. También, en público y en privado. Pero he procurado dar la cara, y hacerlo con la mayor dignidad y alegría posible si he tenido que hacerlo. De hecho, aún ando en ello de mi última etapa como empresario. Pero esa es otra historia (y que algún día también será contada... de hecho, será una autobiografía y tiene título, el que va a durar la condena -'cinco años y un día'-, por querer emprender en este país).

Lo cierto es que, volviendo a los hechos, que se me va la wendy, con un paintinbelindo, un suceso de este calado no me había pasado nunca. Los he dado, regalado, compartido, copiado, mal reproducido, incluso quemado... pero así, simple y llanamente, estafado. Never.

Lo siento, Jaume. De los #paintinbelindo nos reímos yo y mi puñetera vida, por ser suave con  la expresión. Y te diré una cosa más: con esos doscientos (si, ya ves, una fortuna) que debes, hoy, a finales de este otoño de 2014, yo y tres más de los que vamos por el Comedor Social del Ayuntamiento de Pamplona por pura necesidad, nos montamos un festín de semana y media de contentos, chaval. Te aporto el dato por si quieres hacerte eco de ello en tu muro de FB, en el contexto de esos contenidos tan solidarios que sueles subir a diario y que tanto nos llegan al corazón. De hecho, con muy poco, creo que vamos a hacer cosas relevantes en los próximos meses en ese garito. Te recomiendo que sigas el hastag #comedorfacts y estés atento. Te gustará.

Aún y con todo, lo realmente feo, horroroso, peligroso, abominable, de auténtica temeridad y más propio de un templario de las cavernas, no está, creo, en lo hasta aquí contado. Que ya sabemos cómo anda el patio, y en el mundo del golf, que te contaré yo, morena.

No. Lo contado hasta aquí, le podía haber pasado, habrá pasado, pasará y estará pasando, a cualquiera. Y en unas dimensiones bastante más gruesas de las que aquí hablamos. Sin duda.

Para mi, lo único, lo singular, lo extraordinario, lo galáctico, lo sideral,... es 'lo demás'.

Y, ¿qué es 'lo demás', inlcuido este post, el corte del buen rollo y pasar a un escenario de suciedad y fealdad? Pues es te `pones serio', a mirar contrariado, del revés, como una vaca brava, y dices... oye, se están riendo a mi puta cara.

Porque a me gustaría pensar que ese campo tan majo que siempre me imagine que sería Pula Golf, lo es, y lo sigue siendo. No sé hasta que punto están al corriente de estas menudencias (nunca me quedó claro, de hecho), pero parece obvio que me calle, me la coma o la cuente, esta experiencia no me va a ayudar a pensar que son majos.

¿Serán todas las cosas así por allí? ¿Así se maneja unas cuentas profesionales y personal es de comunicación en el ámbito del golf? ¿En unos tiempos en los que hasta la señora de la limpieza vende imagen, es lo que quiere Pula Golf? ¿Todos estos meses de buen rollo a ultranza son, eran, entonces, una mera fachada? ¿Compraré un greenfee y me pasará lo mismo? ¿Qué está pasando aquí? ¿Dónde estoy? ¿Dónde cojones estoy? Houston, tenemos problemas, y no de cuatro o doscientos pavos, no. De los de verdad.

A mi, ver estos episodios de identidad digital y reputación corporativa, como profesional de la comunicación o su fuese propietario/gerente de un campo de golf, hacen que se me pongan lo pelos de punta. También como alguien que ya lleva un tiempo por estos greenes, los campos y la pelotita, y se pensaba que los 'kamikazes' tipo Fernando Cerro, Javier Salinas y otros artistas de la pista ya no existían, eran historia. Pues si, va a ser que si... aunque obviamente, hablamos a otra escala (aquellos van a pasar a ser 'divinos' tras las que liaron).

Aún así, en el fondo es lo mismo: ¿tanto trastear con el FB, el twiiter y ser los más majos del barrio, y no os hablaron nunca del refranero? si, aquello de que arrieros somos, y en el camino nos encontraremos, por ejemplo.

Y es una pena, porque si uno fuese de periodista serio, y no de indocumentado o un toca pelotas como es la Belinda, haría como Lou Grant, que esos si que eran plumillas y por una chorrada te empezaban a buscar información, y a hacerse preguntas, y a leer, y a tejer hilos, y a buscar las fuentes, e ir desde las noticias de los periódicos locales con registros en Pula Golf hace una década, a la sospecha y permanente adjudicación de torneos oficiales al campo en ese tiempo, a la 'Madrid Conecttion' que documentó en su día MiBlogdelGolf, o el próximo Nadal-Olazabal Invitational de finales de este mes que, por supuesto, organizan los herederos de Match Golf, Sega Golf... y, dices... bufff, voy a parar.

Ese no es mi jardín. En realidad lo único que me ha traído aquí es un paintinbelindo. Y ahí, lo siento Jaume, soy como Andreita y la Esteban: mato.

Me gustaría que este mega post no sonase ni a perrenque, ni a cuchillada trapera. Ni siquiera a algo personal contra Jaume. No lo es. De un tiempo a esta parte me ha pasado de todo, o casi de todo, y he aprendido a encajar, a olvidar rápido y mirar siempre mucho antes para adelante que para atrás. Y ha habido gente que me ha hecho cosas mucho más feas que tú, estate tranquilo. Pero, no sé, chico: me has hecho sentirme mal, fatal, así de sencillo, y aunque me duela publicar cosas feas como estas en el blog, siento que hago lo que debo.

Cada uno tiene sus canales de comunicación, y ya sabrá cómo los usa o deja de usar. En el fondo estás cosas nos hacen crecer y avanzar y conocer a las personas, y a nosotros mismos. Eso ya me lo has oído decir, Jaume.

Este post lleva escrito desde la última semana de octubre, esperando en el invernadero, con muchas dudas de si debía publicarlo o no. No me gusta hablar de estas cosas, me parecen muy serías, extremadamente serías, y no me gusta llenar el blog de asuntos feos. El golf y la vida tienen cosas mucho más bonitas para ser contadas y compartidas. Pero hay veces que esto es así, y si te digo la verdad, haber leído estos días atrás en el muro de FB de Pula Golf hablar al patrón me ha animado a darle al 'Publicar', sin dudarlo, además.

En el fondo debo darte las gracias Jaume por hacer que vuelva a sentirme libre escribiendo, a defender y a creer en lo que hago, digo y soy, y que siempre es lo que he intentado reflejar aquí en este blog, para bien o para mal. Las puertas siguen abiertas y el camino, por delante y recto, por hacerse... aunque tú sigas teniendo una cuenta pendiente por estos barrios.

Buena semana gentes del golf.

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