lunes, 16 de noviembre de 2015

El President Invitational riojano

El pasado finde pude disfrutar de un precioso y completo día de golf asistiendo al VII Torneo Presidente que la Federación Riojana de Golf celebró en Sojuela y que supuso el cierre oficial de la temporada para nuestros vecinos, con entrega de trofeos y cenorrio (así, sin concesiones) que cumplimentamos, como viene siendo habitual, en las Bodegas Campo Viejo con una fantástica velada y entrega de trofeos que puso cierre a una jornada de diez.

Día espectacular, como el stance de Manolo. 

Así que, como os podéis imaginar, el día tuvo de todo, pero fue todo bueno, excelso para alguien que como yo llevaba sin hacer una ronda de 18 hoyos desde el pasado 6 de septiembre en Zuasti y que, os recuerdo, concluyó con una forrada de 122 shots.

Día precioso de verdad para jugar.

Pues eso, increíble el soleado día de otoño que salió (como suele ocurrir en estos casos, a petición del presi Juan Carlos, por supuesto), fantástica la compañía durante la partida con mi compi Manolo, con buen juego y alternancia de pifias (como dicta todo buen scramble), el recorrido de Sojuela dejándose jugar, mochila al hombro incluida y la salida a tiro en el 18... y muchos, un montón de amigos, los golfistas riojanos a los que este año he visto menos que nunca, disfrutando por el campo hasta que luego lo volvimos a darlo todo, todos y todas, en una majestuosa cena con un entrañable ambiente. Para no haber jugado desde hacía dos meses, que ni tan mal.

Cómo nos lo pasamos, partner.

Para los que pisamos poco Sojuela y oímos esas voces (bueno, gritos, alaridos más bien) de supervivencia que llegan desde allí fue una grata sorpresa el ver que el recorrido, pese a estar un poquillo descuidado en esa finura de roughs, calles y greenes que a todos nos gusta, pues está en buenas condiciones, y si el día sale agradable, pues lo que toca ya es lidiar con ese recorrido truquero que tiene y que te obliga a jugar recto, al sitio y sin ni una puñetera concesión por parte del campo.

Por Filazos tengo devoción, lo confieso.
Sin embargo, tuve la grandísima fortuna de coincidir y conocer (que los golfistas cuando compartimos 5 horas de goce vs. sufrimiento empatizamos lo nuestro) a un gran belindo como compañero, en espíritu y juego, como es Manolo Pino, árbitro nacional, un fino y encantador malagueño boquerón-boquerón, con el disfruté como un enano a base de una aplastante sucesión de pares que se vieron recompensados con un birdie final que enchufamos desde fuera de green en un rodadito que era nuestro último shot del día. Así acabamos, abrazados en el 17. Fue genial.

Menuda pareja de belindos, oye: con una media de drive de 156 metros, una alternancia en los aciertos y en las cagadas milimétricamente medido, todo en medio de una agradable conversación en el que nos contamos nuestras vidas, y mientras Javier y Alberto, la otra pareja, peleando tope concentrados por el birdie desde el principio (como que hicieron tres seguidos nada más empezar), para que, entre selfies, intercambio de presentes y anécdotas varias, acabásemos delante de ellos... qué finura, qué aproaches, qué medios hierritos, que hibritos, el juego más milindris never seen y qué 45 puntazos y 5º posición final nos sacamos, compi, por delante de nuestra pareja de partido y dándonos cuenta que no enchufamos ni un puñetero putt, que si no... jajaja! Grande Manolo, muy grande.

Presi Juan Carlos, Berni y Raquel con su niña.

A partir de ahí, y ya en la terraza con el personal subiendo del campo y el solete y la cervecita dando vueltas, un placer estar toda la gente del golf riojano, el presi fotolito Juan Carlos, Berni Bernedo, Javi Romero, Miguelón, Don Luis Salas, David Bedia, Santi Aparicio... y tantos y tantos otros como el Doctor, el Cuñao, el entrañable calvo Faugeras, Ernesto Titán, Don Jesús Del Pozo, Tomate López,.. con los que luego compartí cena. También fue un placer saludar a las visita de Nacho Guerras de la Madrileña y el clan del Guri de Castilla y León, que también fueron, por aquello de la representación institucional.

Trofeos para todos.

A mi la gente de la riojana me cae bien porque son lo que son y no pretenden esconderse tras otras apariencias. Es una federación chiquita, llevada de la mano, con gente apasionada y transparente, porque son los que son, como son, se conocen y así lo saben. Y entonces, con la perspectiva de que siempre todo es mejorable, para que andarse con leches y medias tintas si lo que hay es lo que hay y se puede hacer lo que se puede hacer? Pues eso es lo que se hace. Pero se hace. Y se cuida. Y se funciona. Sin mayores aspavientos. Y ya está.

Los más regulares, premiados.

Y así fue también en la cena de entrega de trofeo de campeones, una cena bien tirada como no puede ser de otra manera por estas tierras, en un acto sencillo y familiar como para que todo el mundo disfrutase, hubiese buen ambiente y se diese por cerrada una temporada de la que ya nos harán balance. El sábado el único baremo que había que manejar y balance que hacer era el del aplauso a los ganadores por el esfuerzo de todo el año, el del crecimiento de Miguelón como speaker y el del sitio que se le podía dejar en el estómago a tanta delicia que degustamos en las Bodegas Campo Viejo.

Nos pusimos jartos.

Por último, me hizo especial ilusión conocer a Raquel, que es como Yolanda en la FNG pero en la FRG, y que son de esas personas, encantadoras y eficientes con las que hablas mil veces, hasta que la puedes conocer en persona como me pasó el sábado. Un placer Raquel y muchas gracias a toda la FRG por el fantástico día.

Os dejo un mini albúm en el Face y que paséis buena semana gentes del golf.

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